miércoles, 8 de abril de 2009

Olvidarse Jamás

Esto somos nosotros, escuchen y por sobre todas las cosas reflexionen. Quizás aquí haya varias respuestas a los males que nos aquejan.

GRUPO DE LABURO:

Héctor Balzarini
Florencia Galizzi
Cecilia Portela
Diego Gironelli
Nicolás Geninatti




Final radio.mp3 -

miércoles, 1 de abril de 2009

Nunca es tarde


Todo parecía indicar que iba a ser un día más en la vida de Héctor, él vive en la ciudad de Rosario hace más de 80 años y tiene 114. De carácter jovial y siempre con una sonrisa en el rostro, descontando que no todos sus dientes lucen en su boca y los que están lo hacen a duras penas, Héctor pasa sus días de una manera muy simple, se levanta muy temprano, tipo 7, compra el diario y las facturas, almuerza de forma muy puntual, a las 12, y duerme la siesta hasta las 5 de la tarde, para él la siesta, es la siesta, y sin ella no podría seguir viviendo.
Luego se levanta y se dispone a ver un poco de Televisión, los programas en el 2074 no son de los preferidos por Héctor, la tele se volvió muy explicita y en vez de noticiero a las 12 pasan películas condicionadas y el programa de Rial dura 7 horas, casi como la maratón cumbiera que propone el discretísimo pasión de sábado. Pese a que le cuesta manejar el ultranovedoso control remoto; el viejo, como le dicen, se las rebusca de una manera notable.
Ya a la tardecita y llegando la noche, sale a caminar, da una vuelta de manzana por su coqueto barrio Florida, se mete en su casa, cena y se va a acostar esperando poder realizar lo mismo al día siguiente.
Héctor fue un muchacho muy fiestero allá por principios de este siglo, en su grupo de amigos siempre era el más alegre, el más divertido, aquel con quien todos querían salir; con algunos laureles para contar y alguna que otra flor marchita, su vida amorosa devela un gran misterio, él aunque no lo confiese sigue buscando a su amor.
Pero ustedes pensaran, tiene 114 años, y este humilde narrador les contestará, estamos en el 2074, todo se puede. La gente vive un promedio de 175 años y la vida sexual promedio es hasta los 150, así que tiempo le sobra a nuestro pintoresco personaje. Tal es así que Héctor tuvo que esperar 114 años para que le suceda lo que esa hermosa tarde de sol del domingo 16 de diciembre le ocurrió.
Rengando porque tenía que ir a dar su vuelta de manzana diaria, y verdaderamente, muchas ganas no tenía, el viejo se puso su mejor pilcha como en los buenos tiempos y se dispuso a abrir la puerta, cuando se asomó le pareció ver que el reloj retrocedió muchos años, casi una eternidad, vio a su primer amor, Marta, que por mueca del destino volvió a mirar los ojos de Héctor, y él los de ella, ambos se decían lo mismo, el amor estuvo dormido pero nunca muerto.
Sin mucho titubeo, Héctor le tendió su mano y le dijo:
- ¿Querés acompañarme?
Ella con mucha duda le pregunto:
- ¿ A dónde?,
A lo que él respondió:
- A dar la vuelta de manzana más hermosa del mundo.